martes, 10 de junio de 2014

Tratamiento polarizante

¿Qúe es el tratamiento polarizante?

Imagínese que el cuerpo es una pila, con la fuerza positiva en la cabeza y la fuerza negativa en los pies. Ahora imagínese cinco corrientes de energía que fluyen desde las manos y pies hacia arriba y pasan por la parte más alta de la cabeza y a través del cuerpo. Estas corrientes de energía son su fuerza vital y fluyen por unos caminos muy específicos. Esto es lo que creía el doctor Randolph Stone, osteópata, quiropráctico, naturópata y fundador de la terapia de polaridad, como también lo creen aquellos que practican esta terapia hoy en día.

Tratamiento polarizante


La terapia de polaridad es una técnica de curación basada en la idea de que la salud está ligada a un buen fluido vibrante de la fuerza vital. Si se bloquea el flujo de esa energía en cualquier lugar, el resultado es un desequilibrio. El doctor Stone describió cinco centros de energía en el cuerpo y afirmó que deben estar en equilibrio para que la fuerza vital fluya sin dificultades. Para recuperar ese equilibrio, la terapia de polaridad trata el flujo de energía, no la enfermedad, y así es la energía la que cura el cuerpo, no el terapeuta.

Cómo se utiliza la terapia de polaridad.

El doctor Stone experimentó con muchas terapias de curación diferentes antes de reunir las que creía mejores de todas: la reflexología, la terapia craneosacra (manipulación osteopática suave de los huesos de la cabeza), el masaje profundo y la medicina ayurvédica (un sistema hindú de filosofía y medicina). Al igual que otras terapias de la energía, la terapia de polaridad ofrece su poder curativo moviendo la fuerza vital a través de los lugares donde se encuentra bloqueada.

La terapia de polaridad puede ser especialmente beneficiosa para los diabéticos, debido a su terapia holística, en tres aspectos básicos: trabajo corporal (manipulación), ejercicios de estiramiento y nutrición. Estos tres aspectos se dirigen a las tres necesidades principales que necesitan vigilarse en un buen control de la diabetes. De este modo, la nutrición, el ejercicio y el control del estrés (trabajo corporal) se unen para restaurar el flujo sano de energía, liberar las tensiones y favorecer la curación.

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lunes, 9 de junio de 2014

Utilización de la insulina

La insulina se inyecta en los tejidos grasos bajo la piel, normalmente del abdomen, en la parte superior de las nalgas, en la parte delantera de las piernas o en la parte posterior de los brazos, utilizando una jeringuilla. La insulina se mide en unidades y se designa por la letra U. La mayoría de las personas en Estados Unidos usan una insulina de potencia 100, -U -100-, lo que significa que la dosis contiene cien unidades de insulina en cada centímetro cúbico de líquido. Debe usar una jeringuilla de U -100 para administrar una insulina de dicha potencia. En otros países, puede que se obtengan otras potencias, por lo tanto téngalo en cuenta cuando viaje.

Utilización de la insulina

Utilización de la insulina.

La zona por la que la insulina entra más rápidamente en el torrente sanguíneo es el abdomen, y lo hace más despacio a través de los muslos y las caderas. Un enfermero que se ocupe de su caso o su médico le enseñarán a medir e inyectarse la dosis correcta de insulina para sus necesidades, y a determinar cómo ir alternando los lugares en los que se inyecta. El secreto de un buen control de la glucemia es calcular cuándo se pone las inyecciones de insulina, para que así ésta empiece a actuar cuando la glucosa de la comida que ha consumido entra en el torrente sanguíneo. Controle cuidadosamente sus niveles de glucemia a lo largo del día y comparárelos con las actividades que realiza. Esto le proporcionará toda la información necesaria para determinar el programa de medicación más adecuado.

Mecanismos de inyección.

Se pueden adquirir varios tipos de jeringuillas para inyectarse insulina. Algunos exigen que introduzca la aguja en su piel y empuje el émbolo. Otros tienen inyectores equipados con un resorte. Cuando coloca el inyector sobre la piel, empuja un disparador y la aguja se introduce. Entonces empuja el émbolo hacia abajo para inyectar la insulina. Si no soporta las agujas, puede emplear un inyector a reacción, que utiliza gran cantidad de presión para impulsar la insulina a través de la piel. Otra alternativa es usar una bomba de insulina, que consiste en un parche que libera insulina a través de la piel, de forma parecida a como actúa un parche de nicotina, excepto que el parche de insulina está equipado con una diminuta bomba de ultrasonido.

Precauciones en los tratamientos con insulina.

Le ofrecemos aquí algunas precauciones a tener en cuenta cuando se está llevando a cabo un tratamiento con insulina:

  • Algunos fármacos pueden tener un efecto sobre la insulina, al aumentar o disminuir su acción. Los que pueden disminuir la eficacia de la insulina son los siguientes: los anticonvulsivos, los anticonceptivos orales, la cortisona, los diuréticos, la fuseromida y la medicación tiroidea.
  • Los fármacos que aumentan el impacto de la insulina son los siguientes: los antidiabéticos orales, los inhibidores de la monoaminooxidasa, los preparados para ayudar a dejar el hábito de fumar que contienen nicotina, la oxifenbutazona, la finilbutazona, el subsalicilato de bismuto, los sulfamidas, las tetraciclinas y los fármacos que contienen salicilatos.
  • El uso de los bloqueadores de las células beta puede hacer que el control de la glucosa sea más difícil, y puede también ocultar las señales de aviso de un shock hipoglucémico.
  • Generalmente, es mejor evitar el alcohol, ya que puede provocar hipoglucemia.
  • Fumar habitualmente puede disminuir la capacidad del cuerpo para absorber la insulina y aumenta la necesidad de glucosa en un 30 % aproximadamente.
  • No debe dejarse de tomar insulina ni cambiar el tipo que se toma sin consultar primero con el médico.

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